El Romero (Rosmarinus officinalis) es un arbusto aromático, leñoso, muy ramificado y de hojas perennes. Su color es azul violeta pálido, rosa o blanco, con cáliz verde o algo rojizo y puede llegar a medir 2 metros de altura . Proviene del mediterráneo y es muy común encontrarlo en la cocina, pues se utilizan sobre todo sus hojas y, a veces, las flores. Sus hojas son muy utilizadas, por ejemplo, para preparar alcohol de romero.
Es efectivo para disminuir el dolor y la inflamación para quienes padecen artrosis o artritis reumatoide.
Es un poderoso protector del intestino (protector gástrico), gracias a que previene las úlceras, incluso con mayor potencia que el Omeprazol.
Estimula la generación de cabello.
La infusión de hojas de romero ayuda a aliviar la tos; disminuye los espasmos intestinales y es buena para el hígado.
El humo de romero sirve como excelente tratamiento para el asma.
Excelente antiséptico. Se utiliza (por decocción) sobre llagas y heridas, ayudando así a su cicatrización.
El alcanfor de romero tonifica la circulación sanguínea.
El alcohol de romero, es efectivo para tratar el dolor y la inflamación en personas con artrosis o artritis reumatoide.
Ayuda a la prevención del cáncer y el alzhéimer.
Gracias al descubrimiento de que el romero y su diterpeno polifenólico, ácido carnósico, poseen actividad antioxidante, se evaluó su actividad como anticancerígeno y sus implicaciones en pro de la salud gastrointestinal. La evaluación se llevó a cabo en ratones y en donde se obtuvieron resultados importantes: el extracto de romero y el ácido carnósico aumentaron significativamente la expresión de Nrf2 en las células del colon e inhibieron la formación de un tumor de Xenoinjerto HCT116. Es por ello que dicho extracto se está incorporando cada vez más a los productos alimenticios como conservante de alimentos.